La Congregación tiene los siguientes cargos no directivos:
Los cargos electos lo son por un período de permanencia de cinco años, pudiendo ser reelegida la misma persona para un segundo período de la misma duración.
Las Camareras de la Virgen son las encargadas de la honrosa tarea de vestir a la sagrada Imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, cuidar sus mantos y ropas, así como adornar la carroza y el altar durante las fiestas patronales.
La composición de la actual Junta de Gobierno de la Congregación, constituida por congregantes elegidos en Capitulo General, es la siguiente:
Grupo de Camareras de la Virgen durante las Fiestas Patronales 2014
Para contar la historia de las camareras, nos puede valer como excusa esta foto de las fiestas de 1966 junto al Hermano Mayor de la Congregación de Nuestra Señora de los Ángeles, D. José Cobeño, aparecen Magdalena Martín Benavente, Vicenta Serrano Cifuentes, Angelita Gómez Benavente, Victoria Cifuentes Cifuentes, Ana María Cervera Deleito, Isabel Butragueño Fernández, Carmen Díaz Marcos y Mª Ángeles Rodríguez Butragueño.
Pero esta historia no es de ahora, es incluso anterior a la fundación de la Congregación. Así en un inventario de 1722, en donde se recogen todos los objetos de plata, ornamentos litúrgicos y mantos que esta imagen tiene, consta que “todos los cuales bienes y alhajas declaró, D. Diego de Benavente, Presbítero de este lugar, que están en poder del susodicho, excepto los mantos de Nuestra Señora que tienen las camareras, y los ornamentos y ropa de la sacristía que los tiene el ermitaño o santero de la dicha ermita”. Y ya en la visita eclesiástica de 1724 consta el nombre de la primera camarera de la Virgen: “Eugenia de Morales Herrera, camarera de dicha Santa Imagen de las alhajas y vestidos que sirven para el adorno de María Santísima de los Ángeles”. Durante todo el siglo XVIII, consta el gasto de “los refrescos que por agasajo se dan a las camareras que han ido a vestir a Nuestra Señora”. Refresco que se daba “en la víspera de la función” o “en el tiempo que asisten a vestir a la Virgen” o “cuando ha ido a vestirla” y que consistiría en agua de limón y barquillos.
Aunque no se conocen por el momento más nombres de camareras hasta el siglo XX, esto no quiere decir que no existieran, ya que nuestra Madre nunca dejaría de ser vestida. Y ya en el siglo pasado, en la primera reunión establecida el 12 de Junio de 1938 para “renovar el funcionamiento de la Congregación de Nuestra Señora de los Ángeles” suspendida por el comienzo de la guerra civil, se nombran las primeras camareras tras este paréntesis, que son las elegidas Antonia Butragueño Lozano, Vicenta Serrano Cifuentes, Mª Luisa Cervera Butragueño y las señoritas Basilia Ramos Ruiz, Encarnación Ocaña Muñoz, María Sacristán Muñoz y Ángela Gómez Benavente”. Como caso curioso, en la sesión de la Junta de Gobierno del 6 de Diciembre de 1940 consta “que como es tradición de esta Congregación su Junta en acuerdo unánime acordaron nombrar […] a Doña Carmen Polo de Franco, Camarera Honorífica, cuyo nombramiento se le notificará mediante un pergamino”.
En los estatutos de la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de los Ángeles constan las funciones de las Camareras: vestir a la Sagrada Imagen; custodiar en el domicilio social de la Congregación las ropas pertenecientes a la misma, siendo de su cuidado el lavado y planchado, efectuar el adorno del altar y de la carroza durante las fiestas y novenario, cuidar del altar que la Virgen de los Ángeles tiene en la parroquia de Santa María Magdalena, presidir, turnándose en grupos de dos, las mesas petitorias durante los días de la Novena y de las Fiestas e informar, a los encargados de los objetos de culto, de todas las necesidades e incidencias relacionadas con el desempeño de su cometido. Aunque en 1945, se las nombra para “que se examinen por las camareras las colgaduras del monumento a fin de efectuar las reparaciones necesarias” y en 1954, se las requiere en la Junta General “para mejor informar a la misma solicito la opinión de la Camarera Mayor respecto a su coste”. En resumen, son siempre un nutrido grupo de señoras que tienen la ocupación y la satisfacción de vestir a la Virgen, y de mantener con esmero todos sus objetos, dejando siempre su sello personal en la vida de la Congregación.
Todos los años se designan por riguroso orden cronológico 88 mayordomos distribuidos en los siguientes grupos:
A los 12 primeros mayordomos mayores y las 12 primeras mayordomas mayores les corresponde: Organizar y presidir los actos religiosos celebrados el Domingo de Pentecostés, llevar de la carroza de la Virgen la lanza y los cordones a los mayordomos y las cintas a las mayordomas durante la procesión del Domingo de Pentecostés y subir la Sagrada Imagen al Cerro de los Ángeles.
A los 12 últimos mayordomos mayores y las 12 ultimas mayordomas mayores les corresponde: Desempeñar idénticas funciones que los 12 primeros respecto de los actos y procesión que se celebran el Lunes de Pentecostés, bajar la Sagrada Imagen de la Virgen del Cerro de Los Ángeles el día de la Ascensión, y organizar y presidir los actos que se celebran el día 2 de Agosto, festividad de Nuestra Sra. de los Ángeles.
Les corresponde, por riguroso orden de inscripción en la Congregación, a los primeros veinte chicos y las primeras veinte chicas que durante el año en curso cumplen quince años.
Los 10 primeros mayordomos menores tendrán derecho a llevar los cordones de la Carroza de Santa María Magdalena el Domingo de Pentecostés, junto a las 10 primeras mayordomas menores que portarán las cintas de dicha carroza.
Idéntica función cumplirán los restantes mayordomos y mayordomas el Lunes de Pentecostés.