La Virgen vestida de rogativas 30 años después

Las Camareras de la Virgen recuperan la tradición de revestir a la Virgen de los Ángeles con el manto de las rogativas, para pedir por el fin de la pandemia y de la sequía. Una estampa que no se repetía desde el año 1981, cuando la Virgen salió por última vez en rogativas pidiendo agua para nuestros campos.

Aprovechando el tiempo litúrgico de la Cuaresma y la próxima Semana Santa, donde la Iglesia nos pide austeridad, las Camareras han recuperado esta pieza tan significativa. Un manto realizado a principios del siglo XX en terciopelo de color verde oscuro y que con el paso de los años ha tenido que ser arreglado. Ponen de manifiesto estos arreglos la escucha atenta que hace la Virgen a sus hijos, pues tanta era el agua que caía que el manto más de una vez se mojó.

Comentan las Camareras de la Virgen que la elección de este manto también es fruto de los tiempos de pandemia que vivimos: “este cambio supone un homenaje a todos los que han sufrido el COVID-19, especialmente a que los que durante estos años nos han dejado”. Así le ruegan a la Virgen que esta pandemia, que tanto se está alargando, acabe y podamos volver a la tan ansiada normalidad. También  con esta estampa histórica “queremos rogar a la Virgen por la paz en Europa, especialmente en Ucrania” añaden las Camareras. Así desde la Congregación nos unimos a la Jornada por la Paz convocada por el Sumo Pontífice para el próximo miércoles de ceniza.

Para este manto se ha elegido el delantal del manto azul “Calleja” cuyo diseño modernista le dota de una impronta a la Imagen que nos retrotrae a principios del siglo XX. También para este cambio se recupera un velo que en las últimas décadas estaba en desuso. El velo es una interesante pieza de encaje francés de oro de finales del siglo XIX, que en palabras de las Camareras:“su valor artístico es de un alto interés, con un material que actualmente solo se encuentra en anticuarios.”

Estrena para esta ocasión la Santísima Virgen un broche en oro envejecido con piedras rojas y verdes que ha sido donado en las últimas semanas.

En las manos de la Virgen un rosario de nácar acabado en un calvario en plata que fue donado por la Mayordomía del año 1995. La Virgen muestra una de las escenas más dolorosas de su vida al ver a su Hijo pendido de la Cruz por nuestra Salvación.